30 ene 2013

De las lágrimas a la estética de Eros, artículo de Pedro Antonio Curto

Una mujer japonesa con una mascarilla cubriéndole la boca contempla con curiosidad las pinturas, fotografías, esculturas y videos que se muestran en el Museo Thyssen dentro de la exposición 'Lágrimas de Eros'. Aunque supongo sería como medida preventiva ante la famosa gripe, no deja de ser una curiosa metáfora de cómo observa la sociedad todo lo relacionado con el erotismo: con el mismo temor que deslumbramiento.
Ésta exposición toma el título de un libro de George Bataille, un escritor y filosofo francés que escrutó las pulsiones de eros con un ojo clínico y frío por un lado, con una erudición tan pasional como transgresora por el otro. La muestra no se centra en una ilustración de la obra del autor, sino que realiza un viaje a través de los principales iconos de su cosmovisión sobre el erotismo: la ambivalente relación entre eros y tanatos, la voluptuosidad como una parte esencial de la sexualidad del hombre alejada de la animalidad y lo sagrado como una de las formas que representan nuestras pulsiones sexuales. En ese camino la exposición se inicia con Venus para luego ir a una Eva y su serpiente, que atraviesa épocas y formatos. Así de las pinturas pasamos a la actriz Natassja Kinski...