30 ene 2013

Victoria y el fumador, de Alberto Castellón, en Ediciones Irreverentes

Agustín busca desesperado a Victoria entre las galerías del mercado de Atarazanas. Allí fue donde el sábado se topó con ella tras casi un año de ausencia.
Victoria es el punto de partida de la historia, un año y medio atrás, cuando ella -fantástica Venus en el atrio de una iglesia con cuerpo de página derecha de revista pornográfica- se cruza con él por la Alameda. Él no puede dormir junto a su esposa pensando en ella, en la modelo fotografiada desnuda, lasciva e incitante junto al castillo de Gibralfaro. Agustín busca entre sus revistas pornográficas hasta que encuentra las fotografías de Victoria y su vida explota por la obsesión de volver a encontrase con ella. La vida conyugal se resiente por las escapadas nocturnas de Agustín buscando a Victoria y porque ha sustituido el coito con su mujer por una vida sexual paralela con la revista pornográfica. Agustín es un Ulises que no busca su Itaca, sino a Victoria. MÁS INFORMACIÓN