30 ene 2013

El coño de Irene, de Louis Aragon, en Tusquets

Tanto El coño de Irene como El instante se cuentan entre los escasos fragmentos conservados de una extensa novela, La Défense de l´infini, que Aragon comenzó a escribir en 1923 y que destruyó en 1927, después de recibir la censura de sus amigos del grupo surrealista. Las aventuras de Don Juan Lapolla Tiesa, por su parte, constituye el esbozo de una nueva novela inspirada en la lectura de Las once mil vergas, de Guillaume Apollinaire.
Los tres textos, pertenecientes al mejor momento de la etapa surrealista de Aragon, revelan, cada uno a su manera, una intensa vivencia del erotismo, que se plasma en la creación de insólitas situaciones y de un lenguaje absolutamente renovador. De El coño de Irene en particular, publicado por primera vez clandestinamente en 1928, Albert Camus dijo que se trataba del más hermoso de los libros relacionados con el erotismo. En él, Aragon pasea su mirada indiscreta por un sórdido burdel de provincias, para centrarla a continuación en el personaje de Irene, una joven devoradora de hombres que impone a cuantos la rodean la ley de su deseo. MÁS INFORMACIÓN